De reapariciones va la cosa

Chete en el Royal
7 Enero 2010 - Pintura digital - 30 x 45 cm

Aunque también él ha aparecido ya por la web, se merece esta y las que quiera. Es mi amigo Chete que pacientemente posaba para mi cámara nueva en Febrero del año que acabamos de dejar. Una buena noche de pizza cerveza y palabras como tantas otras.

Me voy aproximando cada vez más a técnicas más pictóricas en las que la línea tiende a desaparecer como tal. En este caso son casi inexistentes. Este cuadro, aunque es totalmente digital, está creado con un proceso de pintura tradicional. Primero áreas de color de los más claros a los más oscuros, después se definen los contornos con contraste de colores, se sombrea, se ilumina y se vuelve a detallar con precisos tonos que tapen errores. No tiene un aspecto muy acabado porque me parece interesante así.

Tercera aparición en el catálogo

Bárbara de compras - 4 Enero 2010 - 210 x 297 mm

Como se nota que algunos tienen enchufe. Aquí la amiga ya ha aparecido tres veces en el blog. Ansioso poro seguir trasteando con mi Wacom, seleccioné una foto de la noche de los libros y... a calcar, que en este caso me he ahorrado algo de trabajo. Pero no creáis que es fácil, que aun calcado, el trazo hay que sacarlo bonito.

Tras el calcado, se ha pintado zona por zona de manera manual y como todo dibujante sabes, luego vienen las luces y las sombras por encima de cada color. Un fondito que no distraiga demasiado y listo.

Invitado de honor

Egg Purple - 1 Enero 2010 - Ilustración - 210 x 297 mm

Estamos de enhorabuena. Por fin, tengo una de esas flamantes tabletas gráficas que reconocen el trazo realizado con un bolígrafo especial y lo representan en pantalla con total precisión. Absolutamente imprescindible para cualquier ilustrador o dibujante que quiera dedicarse a ello y a la vez un divertido periférico para aficionaldos como yo.

Y para estrenarlo, que mejor que rescatar a uno de mis viejos personajes de comic. El archiconocido poar muy pocos Egg Purple, el detective más cochambroso del mundo. Más de una década a tardado mi amigo en llegar a la era digital. Hubo algún intento anterior pero quedó enterrado. Quien sabe si volveré a editar un número nuevo de sus aventuras o mejor, terminar el primero.