El Templo de Debod se trasladó a Madrid como obsequio del Gobierno de la R.A.U. al de España por su colaboración en la presa de Asuán. Y desde entonces, cientos de turistas y madrileños lo disfrutamos cada día que el sol se presta a ambientar la escena. Lo que le da encanto a este lugar es su posición elevada a la que llegan hasta los últimos rayos solares de la tarde. Además del templo, desde este mismo parque se pueden avistar numerosas edificaciones de interés como la Almudena o el Palacio Real entre otras.
Y yo tenía que aprovechar para sacar a pasear mi nueva Pentax esta vez disparando en RAW y con trípode. El color violáceo que cubre el firmamento no se manifestaría hasta su posterior revelado digital. Solo unos pequeños ajustes más y postal finalizada.
Y yo tenía que aprovechar para sacar a pasear mi nueva Pentax esta vez disparando en RAW y con trípode. El color violáceo que cubre el firmamento no se manifestaría hasta su posterior revelado digital. Solo unos pequeños ajustes más y postal finalizada.
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